10 Julio de 2014/
Entre el 5 al 10 de Julio, Reñaca Más Alto realizó Trabajos de Invierno junto al Colegio Campanario, proveniente de Buin. Junto a ellos, la organización busca poder ayudar físicamente a las familias necesitadas, pero también promover una conciencia social que sea parte del desarrollo de los alumnos, desarrollar la importancia de la entrega y del vínculo con quienes más lo necesitan.
Compartimos con uds. las experiencias que vivieron los alumnos;
«Y llegaron las vacaciones de invierno… El desafío de regalar unos días para el servicio de los demás se iba materializando. Algunos dudaban, otros esperaban con ansias, otros recordaban y otros simplemente imaginaban. Todos íbamos con distintas expectativas, pero con una gran certeza: “lo que vamos a hacer será un mensaje y una señal de esperanza para muchas familias”.
Este año fuimos cerca de cien personas, entre alumnos, profesores y ex alumnos. Muchos ya con un año de experiencia en Trabajos de Invierno, confiando en que sería una experiencia nuevamente inolvidable. Y así lo fue… Nueve casos, nueve sueños, nueve trabajos realizados con todo el amor y la dedicación que brotó del corazón de cada uno. Dicen que no hay nada más fuerte que el corazón de un voluntario, lo que es total y absolutamente cierto. Nada pudo detener o entorpecer nuestros trabajos: ni el agua helada, ni el cansancio, ni las discusiones internas. Incluso el mundial pasó a segundo plano cuando se trataba de trabajar y de cumplir con el anhelo de dignificar los hogares de muchos hermanos nuestros que vivían en condiciones bastante precarias. Las casas hoy son más hogar, no solo por el trabajo realizado, sino que también por los vínculos que se han creado. Reñaca Alto va dejando, poco a poco, de ser un lugar ajeno y se va transformando en un verdadero lugar de milagros, milagros de transformación, milagros de unidad y de solidaridad, milagros de comunión.
Pusimos cielos, construimos muros de contención, levantamos rejas, hicimos escaleras, forramos bodegas, aislamos casas; pero también le llevamos a los niños un momento de alegría, hicimos sonreír a personas acostumbradas a no hacerlo, volvimos la mirada hacia un sector que a veces es ignorado, nos dejamos transformar, compartimos una bebida o una torta, en resumidas cuentas compartimos, fuimos parte de un verdadero milagro de comunión así como quería y sigue queriendo Jesús para su Iglesia y para todos los hombres.
Vivimos días increíbles, nos acompañó un sol que escapó a todos los pronósticos meteorológicos, no hubo lesionados nuevamente y pudimos entregar los trabajos a tiempo. La comida alcanzó, la solidaridad del colegio en general volvió a dar sus frutos, la profundidad en las reflexiones se hizo presente, la Adoración de cada día se vivió con respeto y fidelidad; tantos signos que nos dan esperanza y que nos hacen soñar con el próximo año y, más aún, con lograr que Chile sea un país más solidario, más comunitario, más de Cristo.
Gracias Reñaca Más Alto por su compañía durante estos dos años, gracias por darnos la oportunidad de formar a nuestros alumnos en esta área que es tan importante y que es deber de todo cristiano. Gracias por ser verdaderos modelos y referentes para toda nuestra comunidad escolar. Gracias por ayudarnos a gritar con fuerza:
¡EN MARCHA, CON CRISTO A MOVER CHILE!»